Se trata de un típico instrumento primaveral puesto que consiste en un tronco de corteza de avellano, fresno o similar, cuyo vértice aplastado hace las veces de lengüeta doble. Se construye a partir de una vara de unos 200 cm. de longitud y 4 cm. de grueso.

MATERIALES: Rama de avellano, lisa y sin nudos, recién cortada
HERRAMIENTAS: Navaja o cuchillo.

1. Con una navaja haremos una incisión en espiral a lo largo del palo, de manera que la corteza quede cortada como una tira de aproximadamente 1,5 cm. de ancho.

2. El siguiente paso consiste en separar la corteza sin que se rompa, quedando como una cinta en una sola pieza. Para ello golpearemos toda la superficie (al igual que con los silbatos de corteza) y poco a poco iremos despegándola de un extremo al otro.

3. Luego comenzaremos a enrollarla de forma que cada vuelta se superponga 0,5 cm. sobre la anterior, hasta tener un cono apretándolo firmemente; de esta manera la savia actuará como pegamento y cerrará las posibles pérdidas de aire. Para evitar que se desenrolle clavaremos una fina estaca en la boca de la trompa.

4. La lengüeta se construye aplastando lateralmente el vértice y cortando el extremo para que quede recto (como se puede ver en la figura).

El sonido se produce apretando ligeramente la lengüeta entre los labios y soplando, se comporta como una lengüeta doble de dulzaina o gaita. Se le pueden practicar dos o tres agujeros sobre el centro del instrumento, aunque las medidas y diámetros variarán de un ejemplar a otro.