Construcción
de INSTRUMENTOS TRADICIONALES
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R A B E L Luis A. Payno | |||||
El
Rabel es un instrumento cordófono frotado, (ver
artículo) que presenta multitud de formas y puede fabricarse
con madera y diferentes materiales. MATERIALES.- Madera para el cuerpo y tapa clavijas y arco, Opcional: Piel, hojalata, cuerdas de acero, tripa o crin, crin para el arco, resina HERRAMIENTAS.- Sierra, limas, gubias y formones, lija. 1. Para su construcción es recomendable maderas no excesivamente dura; tradicionalmente era la de sauco, aliso, cedro o pino, siendo estas dos últimas hoy en día fáciles de conseguir en el mercado y presentando características acústicas adecuadas. Partiremos de una pieza de madera de 55cm x 14 cm. X 5 cm. sobre la que trazaremos la forma semejante a la de la figura o cualquier otra variante que se nos ocurra (en el folklore es imprescindible la imaginación). En un extremo posee, como puede observarse, un pequeño saliente don de se sujetará el cordal. Tanto para esto como para el resto de las piezas, recomendamos la fabricación previa de plantillas en cartón.
2. Recortaremos la forma exterior, no importa que no sea exacta, aunque siempre por fuera y en la caja trazaremos la misma forma pero a 1 cm. , por dentro de ella, para comenzar su vaciado. El mástil es conveniente, aunque no imprescindible, que tenga una cierta caída, es decir que esté un poco inclinado hacia abajo, ello mejora la colocación de las cuerdas y la 'blandura' al ser tocado.
3. Comenzamos a vaciar su interior hasta dejar unas paredes y un fondo de aproximadamente 1 cm. ; esta operación es la más laboriosa y delicada, la podremos llevar a cabo mediante gubias y taladros. Es muy práctico emplear una columna con una broca ancha de madera para quitar lo más grueso, e incluso fresas y escariadores, pero el final siempre debemos de hacerlo a mano. Su interior debe de quedar lo mas uniforme y pulido posible.
4. Mediante limas y lija, repasaremos el corte exterior, hasta igualar las paredes, que queden de aprox. el mismo grosor por todos los lados y no queden marcas del corte. El mástil ha de quedar liso por la parte superior, pero le daremos una ligera forma curvada en la inferior, para poder sujetarlo mejor al tocar. Limaremos y lijaremos bien, hasta que quede muy pulido.
5. En el extremo del mástil, se habrá dejado una parte más ancha y plana para el clavijero, aquí practicaremos dos taladros (o tres sí lo queremos de otras tantas cuerdas) de aprox. 1cm. de diámetro para posteriormente colocar las clavijas.
6. Si es que la hacemos de madera, una vez vaciada la caja, encolaremos la tapa, construida sobre una lámina de la misma madera recortada con idéntica forma y de 3 o 4 mm. de grosor. En ella se habrán practicado unos orificios y oídos tal y como muestra la figura; recomendamos recortar la tapa algo mayor que la caja y una vez pegada recortar o limara el exceso. 7. Si es de hojalata o latón (muy común a partir de principios del siglo XX), la fabricamos de una chapa de dicho material sacada de una lata de aceite por ejemplo. Es conveniente ponerla al fuego, para que pierda la pintura si la tiene y tome un aspecto 'antiguo'. Se clava sobre las paredes, con clavos finos de cabeza gruesa, en éste caso es conveniente que las paredes sean algo mas gruesas o bien doblar los bordes de la chapa y clavarlo en la parte superior del lateral. También practicamos agujeros. 8. Si es de piel procedemos como con la zambomba. Humedecida previamente, se tensa sobre la caja, sujetándola con clavos tipo 'simiente' de cabeza ancha o con tachuelas. Se deja secar y una vez seca se hacen las aberturas con una cuchilla o hierro caliente (con cuidado ya que la piel es muy sensible al calor).
9. Las clavijas (B) en número de dos se fabricarán de una madera más dura (nogal o haya); han de tener una vara ligeramente cónica terminada en pala para facilitar la sujeción del giro. Las adaptaremos a los taladros del clavijero, agrandándolos mediante una lima cuadradillo girándola en su interior, (como la lima es decreciente las aristas irán dando forma cónica, se hace mejor que con una lima redonda) hasta que sobresalga la vara unos 2 cm. por la parte superior en este fragmento de la misma realizaremos un taladro lateral que las atraviese, en donde se colocará un extremo de las cuerdas, o bien una ranura por la que se introducen las misma. También pueden ponerse clavijas laterales, como se ve en algunos modelos, haciendo una caja en el clavijero y los agujeros atravesando de un lado a otro. 10. El cordal, con forma de medio cono, se construye de asta de vaca o madera muy dura y en el que se practican tantos taladros como cuerdas en la parte ancha y una mayor en la estrecha por el que se introducirá un cordón resistente para sujetarlo al pivote tallado a propósito en la caja de resonancia. También se emplea un trozo de cuero clavado sobre la pared de la caja. 11. Insertado en una ranura de hecha en el extremo superior del mástil y perpendicular a él junto al clavijero, se coloca una pequeña pieza alargada y estrecha de hueso o madera dura, es la silleta superior, o puentecillo, lugar en el que comienza la sección hábil de las cuerdas que se extiende hasta el puente. Esta será recortada en una lámina de madera dura de 5 mm. de grosor, y en su parte superior también debe de tener unas ranuras para las cuerdas, pero éstas no se harán hasta montarlas definitivamente, para así buscar el punto adecuado. Se construye con una altura algo mayor de la prevista para, una vez montado el instrumento, poder permitirnos el rebajar hasta la distancia exacta de las cuerdas sobre el diapasón(parte superior del mástil, sobre el que se pulsan las cuerdas). Algunos rabeles no tienen esta pieza y se sirven de un trozo de alambre o cuerda. 12. El puente se fabrica de una lámina de madera de 0,5 cm, la altura dependerá del tipo de tapa, inclinación del mástil etc., lo haremos sobre alto para luego ajustar, su anchura no debe de exceder los 5 cm en su base y unos 3 ó 4 donde apoyan las cuerdas y su forma libre, y no irá encolado, debe de sujetarse con la presión de las cuerdas, lo que en ocasiones requerirá un ajusta de la base (ver dibujo inferior). A R C O 13. El arco (A) se construye a partir de una rama flexible de avellano o fresno, ligeramente curvada (sé le da esta forma cuando está verde y se deja secar), de 1,3 cm. de grosor, que se ensancha en uno de sus extremos donde se practica un agujero en el que se inserta una clavija semejante a las anteriores del clavijero pero más pequeña. Un haz de crines de caballo o en su defecto de sedal de pescar fino, se ata entorno a uno de los extremos (podemos realizar un rebaje para que sujete bien, y a la clavija que se gira hasta conseguir una tensión adecuada. Entonces se frota bien con resina de pino o sintética (colofonia, la venden en las droguerías) hasta que quede bien impregnado. También se puede tallar en un listón de madera, dándole la forma que deseemos.
14. Para montar el rabel, sujetaremos primero las cuerdas al cordal y éste a la caja de resonancia. Sobre el pivote dejado al efecto, introduciremos el otro extremo de las cuerdas en el agujero de la clavija y comenzaremos a enrollarla mediante giro de ésta hasta que tengan una cierta tensión. 15. Rebajamos la silleta del clavijero hasta 1 mm sobre el mástil y le hacemos ranuras por las que pasen las cuerdas, con una separación entre 1 cm y 1,5 cm. Si el rabel se va a tocar sentado sobre las piernas (Tipo bandurria asturiana o Polaciones) pueden estar más separadas. 16. Colocaremos el puente e iremos rebajando la altura de éste y de la mediante limado de la base hasta que las cuerdas queden algo por encima del diapasón, pudiendo ser pulsadas cómodamente en cualquier lugar del mástil. Deben de ir levantando ligeramente respecto al mástil a medida que nos acercamos al puente. Si rebajamos en exceso, las cuerdas podrían tocar en puntos del mástil produciendo sonidos indeseables. 17. Una vez construido el rabel se puede desmontar para ser lijado y pulido, incluso barnizado.
C U E R D A S Las cuerdas pueden ser de tripa, metálicas o de crin de caballo, cada uno de los tipos da sonidos diferentes, las primeras más 'rústico', las segundas más intenso y agudo y las terceras mas profundo y grave. Las elegiremos en función de la afinación y tono que deseemos. Una corriente es en intervalo de 5ª. Podemos poner cuerdas de tripa de 0,8 y 1 mm. , 1ª y 2ª de laúd o incluso 1ª y 2ª de violín. Eso tendremos que decidirlo cada uno en función de cómo nos guste. Para tocar el rabel lo sujetaremos por el mástil con la mano izquierda y sobre el pecho. Tomaremos el arco por un extremo con la derecha y frotaremos ligeramente por encima del puente las cuerdas a la vez que las pulsaremos a la altura adecuada a cada nota con los dedos de la mano izquierda. También se puede tocar sentado, vertical con la caja apoyada sobre las piernas. |
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