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Por
lo que he podido comprobar, el empleo de colas en la fabricación de instrumentos
tradicionales es bastante limitado, especialmente en ambientes rústicos
y pastoriles. Quizás por la escasez del producto o por que se reserva
para otros fines más prácticos, como herramientas o muebles.
En
instrumentos sencillos o los Aerófonos sin llaves, por ejemplo, los cuerpos
se fabrican de una sola pieza, lo que hace su uso innecesario o lo limita
a pequeñas fijaciones sin necesidad de mucha resistencia. Pensemos en
dulzainas sin llaves, albogues etc. en los que los ajustes de los tudeles
o las lengüetas se realizan mediante hilo, a veces fijado con alguna
resina o engrudo. Los rabeles pastoriles, se solía fabricar de una sola
pieza ahuecada, al menos la caja y el mástil, poniendo la tapa de piel
u hojalata para lo que se usaban clavos o taquitos de madera. En algún
ejemplar antiguo que he podido examinar, con tapa inferior, superior
o ambas fabricada con chapa de madera, están unidas con clavos o sujeto
simplemente con resina vegetal, que produce adherencia pero no fuerza.
Esto
no quiere decir que no existiesen colas naturales de gran calidad, y
eran empleadas si se necesitaban y tenían a mano. Mas modernamente los
rabeles se encolan al poner tapas de madera o hacerlos en piezas. En instrumentos
de cuerda más complejos, como bandurrias y Guitarras y otros fabricados
por artesanos profesionales, o que requieran uniones fuertes de piezas
se empleaban diferentes tipos de colas, algunas de las cuales aún se siguen
utilizando, junto con otras más modernas de origen sintético.
COLAS
ANIMALES
Las
más comunes se obtienen del cocimiento prolongado de diversas partes animales,
en especial, pieles huesos, pezuñas y otros despojos. Se trocean y lavan
y se coloca en agua al fuego, eliminando la espuma que va saliendo. Al
cabo de un tiempo se forma una pasta gelatinosa que se filtra y deja secar
hasta que se solidifica y luego se pulveriza se forman escamas, perlas
o placas para su conservación. Hay diversos tipos según el tipo de animal
empleado u la parte utilizada en su elaboración. Las colas comerciales
suelen estar sujetas a otros procesos de depuración.
En
general éstas colas se preparan para su uso cubriéndolas de agua durante
un rato y a continuación disolviéndolas en agua caliente al baño María,
para lo cual se usa un recipiente que se introduce en otro mayor lleno
de agua calentándose al fuego, de forma que el primero no toque las paredes
del segundo. La proporción cola-agua dependerá de la fuerza que deseemos
que adquiera , puede ser aproximadamente 1 gr por cada 15 cm. cúbicos
de agua, ha de quedar algo viscoso pero no en exceso. El problema de éstas
colas es que al enfriarse se solidifican y estropea la mezcla, por lo
que hay que mantener el calor al baño María durante todo el proceso del
encolado. Y es preciso hacer solamente lo que vayamos a utilizar, que
en general no es mucho ya que cunde bastante. Lo que nos sobre lo perderemos,
pues es difícil de conservar. También hay que aplicarlas con una cierta
rapidez, para evitar que fragüe antes de terminar de unir las piezas.
Si es que la superficie a unir es muy grande, podemos retrasar algo el
enfriamiento calentando las piezas, acercándolas al fuego, una estufa,
con precaución o con un secador de pelo. Se aplica con una brocha pequeña
o un pincel. Se limpia con agua caliente y aún sólidas las colas se disuelven
bien, por lo que a veces es posible emplear agua caliente para separar
las uniones. Depende como sean aquellas.
Para
instrumentos musicales nos interesan colas que cristalicen de forma rígida.
Las colas más flexibles absorben las vibraciones por lo que perjudican
al sonido del instrumento.
Las
colas animales más corrientes son la Cola de pescado está hecha
con pescado, dicen que la mejor es la de esturión, y es de gran calidad.
También es mas cara (hace poco he comprado a unos 18 euros el Kg), no
es necesario el baño María, pero hay que mantener el agua caliente o preparar
pequeñas cantidades, se presenta en polvo o láminas. La cola de Conejo,
de despojos de éste animal (aunque en muchos sitios se vende bajo
éste nombre colas de otros animales o mezclas de ellos) es más
barata y también de buena calidad (unos 5 euros el Kg) aunque no cristaliza
tanto como la de pescado. La mezcla con otras sustancias, como por ejemplo
resinas generan una amplia gama de colas para diferentes usos. Una de
ellas es la llamada Cola Fuerte (también unos 5 euros el Kg),
muy resinosa, por lo que es muy adecuada para instrumentos musicales.
Estas colas son fáciles de encontrar en Tiendas de Bellas Artes y Restauración
(en Madrid por ejemplo en la calle Hortaleza hay varias).
Aún
mas adecuada para instrumentos es el Hideglue, que es una forma
mas refinada de la fuerte y se emplea en Luthería, es mas cara, unos 20
euros el Kg. Esta se puede encontrar en alguna tienda de Instrumentos
y Luthería (Como por ejemplo Parramón en Barcelona)
o en tiendas de Restauración, pero algo mas especializadas.( Como ‘El
Rincón del Restaurador’ también en Barcelona).
Otras
colas animales son : La Cola de Flandes, hecha con despojos de
cabra y Oveja, La de Huesos,
Notas:
Los precios que indico son a los que yo mismo lo compré la última vez
(marzo 2002), y pueden variar mucho de unos sitios a otros y dependiendo
de la calidad del producto.
Por favor,
si conocéis o encontráis más tiendas en donde se vendan éstos productos,
y en especial fuera de Madrid y Barcelona nos gustaría que nos lo comunicaseis
para hacer un listado, ya que sería una ayuda muy útil.
COLAS SINTETICAS
La
química ha contribuido a crear una serie de colas de muy buenas prestaciones
que también pueden ser empleadas en la construcción de Instrumentos musicales.
La ventaja es que no hay que prepararlas, se aplican en frío y tardan
mas tiempo en secar por lo que no es preciso estar con tantas precauciones.
Se aplican directamente desde el envase. La mas adecuada es el Titebond,
una cola sintética a base de resinas de secado muy cristalino y unión
extraordinariamente fuerte, Yo la compro en cartuchos con aplicador,
no sé si se vende de otra forma, supongo que en botes también. Es muy
cómoda aunque algo cara, unos 6 euros los 400 gramos. Pero cunde mucho
y merece la pena. Se encuentra en tiendas especializadas en madera ( En
Madrid por ejemplo en Comercial Pazos en la calle Embajadores) y de Bellas
Artes, pero no en todas.
La
Cola Blanca de carpintero, no es la mas adecuada para instrumentos
de una cierta calidad, pero yo la recomiendo para hacer pruebas y nuestros
primeros instrumentos, o aquellos que no pretendemos obtener grandes resultados.
También puede emplearse en uniones que no interactúen directamente con
la acústica. En instrumentos sencillos y rústicos puede ser suficiente.
Además es muy barata y cómoda de aplicar.
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