El
Rabel es un instrumento cordófono frotado, (ver
artículo) que presenta multitud de formas y puede fabricarse
con madera y diferentes materiales.
Daremos aquí
algunas pautas para su fabricación, aunque centrándonos
en un modelo del Valle de Campoo. Pero hay muchas mas formas, como podemos
ver en los artículos y en los Link`s que os proponemos en la
sección de páginas recomendadas. Allí encontrareis
varios procesos de fabricación en fotografías.
La
manera tradicional consiste en recortar todo el cuerpo, mástil
y caja de una sola pieza, y ahuecar la parte de la caja, tapándolo
posteriormente con la tapa del material que elijamos, pero también
se puede fabricar en dos piezas, la caja y el clavijero, uniéndolas
posteriormente con cola, hay casos de rabeles fabricados con dos tapas,
recortando por dentro y fuera la caja de resonancia.
MATERIALES.-
Madera para el cuerpo y tapa clavijas y arco, Opcional: Piel, hojalata,
cuerdas de acero, tripa o crin, crin para el arco, resina
HERRAMIENTAS.-
Sierra, limas, gubias y formones, lija.

C U E R P O
1.
Para su construcción es recomendable maderas no excesivamente
dura; tradicionalmente era la de sauco, aliso, cedro o pino, siendo
estas dos últimas hoy en día fáciles de conseguir
en el mercado y presentando características acústicas
adecuadas. Partiremos de una pieza de madera de 55cm x 14 cm. X 5 cm.
sobre la que trazaremos la forma semejante a la de la figura o cualquier
otra variante que se nos ocurra (en el folklore es imprescindible la
imaginación). En un extremo posee, como puede observarse, un
pequeño saliente don de se sujetará el cordal. Tanto para
esto como para el resto de las piezas, recomendamos la fabricación
previa de plantillas en cartón.
2.
Recortaremos la forma exterior, no importa que no sea exacta, aunque
siempre por fuera y en la caja trazaremos la misma forma pero a 1 cm.
, por dentro de ella, para comenzar su vaciado. El mástil es
conveniente, aunque no imprescindible, que tenga una cierta caída,
es decir que esté un poco inclinado hacia abajo, ello mejora
la colocación de las cuerdas y la 'blandura' al ser tocado.
3.
Comenzamos a vaciar su interior hasta dejar unas paredes y un fondo
de aproximadamente 1 cm. ; esta operación es la más laboriosa
y delicada, la podremos llevar a cabo mediante gubias y taladros. Es
muy práctico emplear una columna con una broca ancha de madera
para quitar lo más grueso, e incluso fresas y escariadores, pero
el final siempre debemos de hacerlo a mano. Su interior debe de quedar
lo mas uniforme y pulido posible.
4.
Mediante limas y lija, repasaremos el corte exterior, hasta igualar
las paredes, que queden de aprox. el mismo grosor por todos los lados
y no queden marcas del corte. El mástil ha de quedar liso por
la parte superior, pero le daremos una ligera forma curvada en la inferior,
para poder sujetarlo mejor al tocar. Limaremos y lijaremos bien, hasta
que quede muy pulido.
5.
En el extremo del mástil, se habrá dejado una parte más
ancha y plana para el clavijero, aquí practicaremos dos taladros
(o tres sí lo queremos de otras tantas cuerdas) de aprox. 1cm.
de diámetro para posteriormente colocar las clavijas.
T A P A
6.
Si es que la hacemos de madera, una vez vaciada la caja, encolaremos
la tapa, construida sobre una lámina de la misma madera recortada
con idéntica forma y de 3 o 4 mm. de grosor. En ella se habrán
practicado unos orificios y oídos tal y como muestra la figura;
recomendamos recortar la tapa algo mayor que la caja y una vez pegada
recortar o limara el exceso.

7.
Si es de hojalata o latón (muy común a partir de principios
del siglo XX), la fabricamos de una chapa de dicho material sacada de
una lata de aceite por ejemplo. Es conveniente ponerla al fuego, para
que pierda la pintura si la tiene y tome un aspecto 'antiguo'. Se clava
sobre las paredes, con clavos finos de cabeza gruesa, en éste
caso es conveniente que las paredes sean algo mas gruesas o bien doblar
los bordes de la chapa y clavarlo en la parte superior del lateral.
También practicamos agujeros.
8.
Si es de piel procedemos como con la zambomba.
Humedecida previamente, se tensa sobre la caja, sujetándola con
clavos tipo 'simiente' de cabeza ancha o con tachuelas. Se deja secar
y una vez seca se hacen las aberturas con una cuchilla o hierro caliente
(con cuidado ya que la piel es muy sensible al calor).


CLAVIJAS,
CORDAL, PUENTES.
9.
Las clavijas (B) en número de dos se fabricarán de una
madera más dura (nogal o haya); han de tener una vara ligeramente
cónica terminada en pala para facilitar la sujeción del
giro. Las adaptaremos a los taladros del clavijero, agrandándolos
mediante una lima cuadradillo girándola en su interior, (como
la lima es decreciente las aristas irán dando forma cónica,
se hace mejor que con una lima redonda) hasta que sobresalga la vara
unos 2 cm. por la parte superior en este fragmento de la misma realizaremos
un taladro lateral que las atraviese, en donde se colocará un
extremo de las cuerdas, o bien una ranura por la que se introducen las
misma. También pueden ponerse clavijas laterales, como se ve
en algunos modelos, haciendo una caja en el clavijero y los agujeros
atravesando de un lado a otro.
10.
El cordal, con forma de medio cono, se construye de asta de vaca o madera
muy dura y en el que se practican tantos taladros como cuerdas en la
parte ancha y una mayor en la estrecha por el que se introducirá
un cordón resistente para sujetarlo al pivote tallado a propósito
en la caja de resonancia. También se emplea un trozo de cuero
clavado sobre la pared de la caja.
11.
Insertado en una ranura de hecha en el extremo superior del mástil
y perpendicular a él junto al clavijero, se coloca una pequeña
pieza alargada y estrecha de hueso o madera dura, es la silleta superior,
o puentecillo, lugar en el que comienza la sección hábil
de las cuerdas que se extiende hasta el puente. Esta será recortada
en una lámina de madera dura de 5 mm. de grosor, y en su parte
superior también debe de tener unas ranuras para las cuerdas,
pero éstas no se harán hasta montarlas definitivamente,
para así buscar el punto adecuado. Se construye con una altura
algo mayor de la prevista para, una vez montado el instrumento, poder
permitirnos el rebajar hasta la distancia exacta de las cuerdas sobre
el diapasón(parte superior del mástil, sobre el que se
pulsan las cuerdas). Algunos rabeles no tienen esta pieza y se sirven
de un trozo de alambre o cuerda.
12.
El puente se fabrica de una lámina de madera de 0,5 cm, la altura
dependerá del tipo de tapa, inclinación del mástil
etc., lo haremos sobre alto para luego ajustar, su anchura no debe de
exceder los 5 cm en su base y unos 3 ó 4 donde apoyan las cuerdas
y su forma libre, y no irá encolado, debe de sujetarse con la
presión de las cuerdas, lo que en ocasiones requerirá
un ajusta de la base (ver dibujo inferior).
A R C O
13.
El arco (A) se construye a partir de una rama flexible de avellano o
fresno, ligeramente curvada (sé le da esta forma cuando está
verde y se deja secar), de 1,3 cm. de grosor, que se ensancha en uno
de sus extremos donde se practica un agujero en el que se inserta una
clavija semejante a las anteriores del clavijero pero más pequeña.
Un haz de crines de caballo o en su defecto de sedal de pescar fino,
se ata entorno a uno de los extremos (podemos realizar un rebaje para
que sujete bien, y a la clavija que se gira hasta conseguir una tensión
adecuada. Entonces se frota bien con resina de pino o sintética
(colofonia, la venden en las droguerías) hasta que quede bien
impregnado. También se puede tallar en un listón de madera,
dándole la forma que deseemos.

A C A B A D O
14.
Para montar el rabel, sujetaremos primero las cuerdas al cordal y éste
a la caja de resonancia. Sobre el pivote dejado al efecto, introduciremos
el otro extremo de las cuerdas en el agujero de la clavija y comenzaremos
a enrollarla mediante giro de ésta hasta que tengan una cierta
tensión.
15.
Rebajamos la silleta del clavijero hasta 1 mm sobre el mástil
y le hacemos ranuras por las que pasen las cuerdas, con una separación
entre 1 cm y 1,5 cm. Si el rabel se va a tocar sentado sobre las piernas
(Tipo bandurria asturiana o Polaciones) pueden estar más separadas.
16.
Colocaremos el puente e iremos rebajando la altura de éste y
de la mediante limado de la base hasta que las cuerdas queden algo por
encima del diapasón, pudiendo ser pulsadas cómodamente
en cualquier lugar del mástil. Deben de ir levantando ligeramente
respecto al mástil a medida que nos acercamos al puente. Si rebajamos
en exceso, las cuerdas podrían tocar en puntos del mástil
produciendo sonidos indeseables.
17.
Una vez construido el rabel se puede desmontar para ser lijado y pulido,
incluso barnizado.
C U E R D A S
Las
cuerdas pueden ser de tripa, metálicas o de crin de caballo,
cada uno de los tipos da sonidos diferentes, las primeras más
'rústico', las segundas más intenso y agudo y las terceras
mas profundo y grave. Las elegiremos en función de la afinación
y tono que deseemos. Una corriente es en intervalo de 5ª. Podemos
poner cuerdas de tripa de 0,8 y 1 mm. , 1ª y 2ª de laúd
o incluso 1ª y 2ª de violín. Eso tendremos que decidirlo
cada uno en función de cómo nos guste.
Para
tocar el rabel lo sujetaremos por el mástil con la mano izquierda
y sobre el pecho. Tomaremos el arco por un extremo con la derecha y
frotaremos ligeramente por encima del puente las cuerdas a la vez que
las pulsaremos a la altura adecuada a cada nota con los dedos de la
mano izquierda. También se puede tocar sentado, vertical con
la caja apoyada sobre las piernas.