La anécdota-receta de cocina es de un tamborilero de La Aldehuela (Cáceres), ya fallecido. Se llamaba Félix, y como el oficio de músico popular siempre ha sido muy, pero que muy duro ya que podía uno estar tocando hasta 24 y 48 horas seguidas con los quintos, las bodas, los carnavales, etc... él tenía una bebida "estimulante" para coger fuerzas. Cuando el golpe y el soplido le falqueaban, en cuanto llegaba a una taberna pedía un vaso de vino y un huevo crudo. Ante los ojos asombrados de la concurrencia, cascaba el huevo y lo echaba en el vaso mezclándolo bien con el vino. Se lo tomaba tan feliz y ya tenía fuerzas de nuevo para seguir con la música... ¿alguien gusta?

No es mi intención hacer publicidad, pero me resulto muy curioso algo que escuché en relación con que el producto cumplió no hace mucho los 100 años de existencia.

Dicen que cuando se comenzó a embotellar en la localidad Asturiana de Villaviciosa, los dueños y directivos de la empresa comenzaron a buscar un nombre para la marca. Se les ocurrieron muchos, pero al final se decidió por el del popular instrumentista tradicional.

Sin embargo, parece que el nombre contó con la oposición del estamento religioso local y las clases 'de bien' defensoras de la moral de la época, ya que la figura del Gaitero y la gaita tenían fama de inmorales al estar relacionado con ambientes de fiesta popular y algarabía desenfrenada, ambientes de taberna y clases bajas. Al final se aceptó porque al fin y al cabo la sidra también va por ahí.

Es posible que se salga un poco del tema central de nuestra página, que trata básicamente de instrumentos tradicionales, pero como químico que soy e interesado también por la Historia de la Ciencia y la Lutheria en general, no puedo por menos que reseñar el articulo que leí en el diario 'El País' del 19 de Agosto y que se refería a su vez a la edición digital del Scientific American (prestigiosa revista cuya edición española se titula 'Investigación y Ciencia'.

Sabemos que los violines de la escuela de Cremona (Italia) iniciada con la familia Amati y culminada a por Stradivarius en torno a 1700 son considerados los mejores de todos los tiempos y no han podido ser mejorados, a pesar de las investigaciones, y pruebas hechas con las más modernas tecnologías. Muchas son las teorías que intentan explicarlo, Los barnices empleados, el secado de la madera, la maestría de los artesanos. Todo ello contribuye, claro, pero ninguna es concluyente, ya que esas mismas técnicas fueron empleadas por otros luthiers con peores resultados. Siempre se habló de que Stradivarius llevó su secreto a la tumba.

Pero el profesor de Bioquímica y luthier Josep Nagyvari nos plantea una interesante teoría. En sus viajes por el norte de Italia observó que los muebles de la época que actualmente se conservan estaban muy atacados por la carcoma, salvo los de Cremona, lo que le llevó descubrir que en la época de Stradivarius, los madereros empleaban un insecticida antixilófagos llamado 'sal de gemas' fabricado por el boticario del pueblo. Este producto, utilizado también por los luthiers, cristalizaba en la madera y como efecto secundario mejoraba la calidad acústica de la misma, sin que ellos lo supieran. La muerte de Stradivarius coincide con la sustitución del insecticida por otros más modernos. Probablemente nunca supo que estaba haciendo los mejores violines de todos los tiempos. Así pues, según el autor, el secreto de Sytradivarius era tan secreto que ni él mismo lo sabía.

El autor tiene una página web : www.nagyvaryviolins.com